lunes, marzo 12, 2007

Los amantes.

Ese camino diario a bostezos,
bajo un cielo sin claridad
y la acera invadida por focos de luz.
Así se despierta cualquier día,
debajo de cualquier sábana,
de mil detonaciones que matan el sueño,
esta cuenta atrás hasta el trabajo.
Quién pone las calles a esta hora,
dirán los que aún saben reír,
mientras otros encuentran nuevos abrigos,
nuevos cartones, monedas hechas vino
para calentar estas esquinas con su orín.
La chica del asiento que mira al reverso
llora o sufre de haber dormido poco.
Las sucursales están cerradas,
pero el sudor ya se emplea desde muy temprano,
haciendo caja sin haber empezado a vivir.

Los hay que corren.
Los hay que duermen hasta la última parada.

Y se preparan nuevos atentados,
armas bajo el brazo y carteras bomba.
La muerte tras cada esquina o bajando la escalera,
y los amantes que siguen durmiendo en camas separadas.


...
Rayco Ángel Santana Pulido (RASP).

sábado, marzo 03, 2007

De esto...

Mentiría si dijera que esta tristeza me hace libre.
Antes de conocernos, uno de los dos no existía,
y esta es la certeza que me une al mundo.
Tengo recuerdos de paseos por parques y calles,
de tu boca con sabor a caramelo y palabras,
columpios de risa y olor a manzana quemada.

Mentiría si terminara con todo por gusto.
Antes de conocerte, creo que tenía un pasado exacto,
y esta era la certeza que me acercaba a ti.
Tengo recuerdos de colchones de agua y saltos,
del mundial del 82 y los últimos días de cuna,
de aquel robot a pilas, de crecer a contrarreloj.

Mentiría si quisiera dejar descolgado el teléfono.
Antes de conocerme, dudo que tú creyeras en mí.
De esto... no tengo recuerdos.


...
Rayco Ángel Santana Pulido (RASP).

viernes, marzo 02, 2007

Ahora.

El después está más cerca del ahora,
y, después de todo, no todo salió bien.
Las máquinas se empeñan en descartar,
cada vez más lejos de creerse inútiles,
los adoquinados de las calles.
El cine cuesta la mitad de lo que era,
las noticias suenan como cercanos
y esta mesa necesita una limpieza.
Se vuelve ingrata la lista de la compra,
los rincones sucios del baño,
el chico del agua que toca con insistencia
y la campanilla del microondas.
Se hace temerario pasar por delante del espejo,
salir de la ducha con el pelo enjabonado,
quedarse dormido con las teletiendas
y creer que al despertar será todo como antes.
Ahora sólo queda levantarse de madrugada,
no tropezar con los zapatos,
apagar la luz del pasillo.


...
Rayco Ángel Santana Pulido (RASP).