domingo, junio 03, 2007

Tardío desvelo diurno.

Despojado y despejado
el viento sin su melancolía,
saludos desde el Atlántico
en pateras desde otro mar,
sin banderas y con hambre,
la muerte tan segura y juguetona.
Toda una tierra a puntillas
para no mojarse con estas costas
que sugieren otras vidas que llegan,
y el fuego que quema cuerpos
y el humo de las chimeneas crematorias.
Ceremonias etílicas,
burguesía nocturna en bares baratos
para salvar al mundo de su condición,
o para acostarse con la cajera
que aparenta desconocer sus límites,
sin bragas y con menos edad.
Te espero en el paseo de domingo,
necesitando.
Caminamos la avenida,
esperando.


...
Rayco Ángel Santana Pulido (RASP).