sábado, octubre 21, 2006

Media hora.

Tu nombre es tan sólo una avanzadilla a tu cuerpo.
Te retrata a ti misma desnuda durmiendo con otra piel,
dejándose vencer por el orgasmo y palabras de otra lengua.
Intermitentes son los gestos de cariño,
cama de hotel convertida en tu propia habitación
y la charla matutina con el despertador.

No mientas al tiempo.
Se pasa la media hora y es sólo un jornal.


...
Rayco Ángel Santana Pulido (RASP).